Manual de retorica y oratoria


















Recordemos que buenos deseos sin acciones, no valen de nada. Mantenga los ojos cerrados. Ahora recuerde alguna oportunidad en la que usted quiso servir con amor y de forma desinteresada a una persona en las mismas condiciones que la anterior. Los expertos recomiendan decir en voz alta el discurso, por lo menos seis veces antes de darlo. Lo vemos como un problema enorme, pero en realidad debemos poner las cosas en perspectiva. Para vencer el miedo tenemos que arriesgarnos y enfrentarlo, aprovechando todas las oportunidades que se presenten para hablar.

Como dijo Franklin D. David Fischman —UPC. Timbre: Es el matiz personal de la voz. Por el timbre se reconoce a la persona que habla, aun cuando no se la perciba.

Intensidad: Es la mayor o menor fuerza con que se produce la voz. Alcance: El orador debe estar en condiciones de hablar a cualquier distancia para superar las contingencias de las salas grandes o la falta de Claridad: Una buena voz debe ser clara, esto es perfectamente perceptible. Esto requiere que se articulen perfectamente todos los sonidos, con las diferencias naturales que existen entre ellos, para evitar confusiones.

Inspire lenta y profundamente sin levantar los hombros tratando de llevar el aire a la parte inferior de los pulmones. Descanse todo su cuerpo en la cama. Los hombros no se levantan. Por ello, tengamos presente que articular bien, es pronunciar distintamente todas las consonantes y vocales; articular bien nos permite, entre otras cosas, hacernos comprender con claridad, incluso cuando hablamos en voz baja.

A intervalos descanse. Para evitar decir: asao, cansao, pelao. Toda persona que haga uso profesional de la palabra, debe tener su voz impostada, es decir, colocada correctamente. El Dr. Impostar la voz es colocar nuestro timbre matiz personal de la voz de acuerdo a los requerimientos del auditorio. Tome ese sonido como nota media y lea un escrito, tratando de que su voz gravite alrededor de esa nota.

Habitualmente las personas se expresan con distinta rapidez y lo que en unas es natural y agradable, en otras es falsa y desagradable. Deben aprovecharse en todos los casos para aspirar aire. Existe por ejemplo la formula 7 — 7 que consiste en pronunciar siete palabras y hacer una pausa, otras siete palabras y otra pausa.

Debemos conocer las acciones que suelen realizar cada una de estas personas y la manera de tratarlos para salir airosos de cualquier lance oratorio. Suele subordinarse ante quien considera superior. Estas apreciaciones corresponden a un destacado estudioso de la oratoria. Suele hacer preguntas y dar respuestas que nada tienen que ver con el tema central. Es un exhibicionista irreprimible.

Intelectualmente es bueno, sabe bastante pero no tiene el valor suficiente para exponer sus ideas o puntos de vista. Este participante es colaborador pero hay Es un participante que no representa problema serio para el expositor; no ataca pero tampoco colabora. Es una persona muy observadora y poco motivada a exteriorizar sus ideas. Puede ser un buen aliado. Es conocedor de la importancia que reviste su persona merced a sus conocimientos, personalidad o cargo.

Hay que tratarlo con deferencia y potenciar sus intervenciones como colaborador. El vestido: Es la cubierta que nos ponemos en el cuerpo para abrigo o adorno. Recordemos que el vestido resalta nuestra personalidad, formalidad y pulcritud. Estas actitudes tienen que ver, principalmente, con nuestros pensamientos ya que nuestras acciones son el reflejo de ellos. Es una cualidad propia de los seres humanos, pero no por ello todos los tienen desarrollados en la misma medida.

A la larga, estas personas se hacen odiar y son publicamente vilipendiadas. Iniciativa: Es el ideal que nos mueve a realizar algo por voluntad propia sin que nadie nos lo diga, ordene o motive.

La moral esta relacionada a las costumbres y a las normas de conducta de una determinada sociedad. Honradez: Es una cualidad que involucra un proceder recto y honesto de parte de un orador. Puntualidad: Es la cualidad de hacer las cosas con prontitud, diligencia y a su debido tiempo. Es ser exactos en hacer las cosas a su tiempo y de llegar a los sitios convenidos en la hora establecida. Sinceridad: Es el modo de expresarse libre de fingimiento y mentiras. Involucra hablar con veracidad y sin doblez.

Y sobre todo,. El saludo ha existido desde tiempos inmemoriales y se adecua a pautas establecidas por la sociedad, sea por costumbre o por ley. Por ello, podemos decir que el discurso, es el mensaje oral que se transmite al auditorio con miras de lograr el Nunca desairarlos, ni mostrarse pedantes con ellos. El uso de todas ellas convierte al orador en un artista de la palabra. Los gestos son los movimientos del rostro. De manera general, los gestos deben partir de las ideas mismas.

El principio en que se fundamenta su empleo es el de la utilidad. En caso contrario, es mejor prescindir de ellos. No debe ser vaga ni dormida, sino, viva. Una mirada inexpresiva, en la oratoria, es antielocuente. Debe practicar la mirada semifija. No es una mirada recomendable. Tampoco es recomendable. Mirada Semifija: Es la mirada ideal. Debemos dirigir nuestra mirada, por igual, a todos los sectores del auditorio y posar nuestra vista en ellos. Mirar al lado derecho, luego al centro y finalmente a la izquierda, que todos se sientan observados.

Cuando el orador diserta, debe emplearlos El movimiento de un brazo no debe contradecir el del otro. De no estar presente la persona acusada, nuestro brazo debe dirigirse a la parte superior del auditorio. De rato en rato se realizan golpes imaginarios en el aire.

Recordemos que el mimo, por ejemplo, En esta imagen podemos contemplarlo disfrazado de Bip, el personaje que le ha hecho famoso. La mirada debe ser directa, sin huir de la gente ni seguirla con aspereza. El peso del cuerpo debe descansar sobre ambos pies, tanto para evitar el cansancio como para trasmitir equilibrio.

El cuello no debe estirarse, las piernas y los brazos no deben estar pegados ni muy abiertos. Conviene desplazarse con naturalidad y elegancia, sin rapidez — que denota nerviosismo- ni lentitud —que denota timidez-. No se coja nerviosamente las manos ni los dedos, mantenga sus manos quietas a la altura del ombligo. Es el conjunto de palabras ordenadas y estructuradas en torno a una idea con el fin de comunicar un mensaje o ideas a un determinado grupo humano.

Se usa en ceremonias y actos protocolares, donde lo que se tiene que decir no admite errores ni improvisaciones. Es una forma efectiva de brindar un mensaje, recomendable para los aprendices. Es la parte medular del discurso, en ella el orador desarrolla su idea central de forma clara y detallada.

Algunas recomendaciones dignas de tenerse en cuenta en el desarrollo del discurso son las siguientes: 9. Estas afirmaciones corresponden al Dr.

Virgilio Roel Pineda, afamado economista e historiador peruano. Documentarse ampliamente sobre el tema a exponerse. Cerciorarse de la veracidad de los datos a exponerse, no sea que nos retruquen y nos hagan pasar un mal momento. Y sobre todo, hacer un discurso ameno y no muy extenso. Las preguntas deben ser siempre de corte positivo.

Estas etapas —a decir de los especialistas- son: 1. Es un razonamiento basado en la existencia de atributos semejantes en seres o cosas diferentes. Este tipo de discursos suele contener habitualmente estas ideas: a Alabar el acontecimiento, hecho o persona. Responde por lo general a las siguientes exigencias: a Referencia al esfuerzo y a la obra realizada. Este tipo de discurso incluye las siguientes partes: a Elogiar a la personalidad presentada. Es el discurso con que se recibe y se saluda a un visitante o invitado.

Al culminarlo debemos de pedir fuertes aplausos para el invitado que nos visita. Conectores de orden: ej. Conectores de semejanza: determinan igualdad o similitud entre lo expresado y lo venidero. Editorial Plus Ultra. Buenos Aires. El triunfo del buen discurso depende de una buena estructura o un buen plan organizador.

La Menme o Memoria: para recordar cada cosa en el lugar y momento oportunos. Es el leitmotiv que se extrae de todo lo dicho y referido hasta ese momento. Analizaremos dos principios prioritarios para resolver la pregunta. Cit 72 Diego L. Grupo Editorial Norma. A fin de lograr persuadir al auditorio destinatario, el orador puede desplegar una serie de estrategias argumentativas.

Cualquier texto argumentativo tiene en cuenta que existen opiniones y posturas contrarias a las adoptadas por el orador. Figuras descriptivas Estas figuras permiten lograr mayor viveza y claridad en la expresividad oratoria.

Consiste en anteponer una idea a otra, con el objeto de hacer resaltar y dar fuerza a la abordad, desarrollada y explicada. Monasterio 2. Por ejemplo el discurso de Marco T. Consiste en formular, en medio de un arrebato de ira, real o fingido, deseos fervientes de que caigan males sobre alguien. Se incurre en esta figura cuando expresamos, en un arranque de ira, dolor o desesperanza, el deseo de que esos males recaigan sobre nosotros mismos.

Exagerando un El Discurso 83 aspecto, subrayando un rasgo, intensificando un color, enfatizando un sonido. El pueblo acepta los peores peligros para lograr la victoria. Monasterio El primero es justamente el contrario al fin que se pretende. Cuando el auditorio advierte que el orador es un exagerado, reacciona restando importancia a sus palabras. El Discurso 87 discurso exigen, frecuentemente, que se simplifiquen los planteamientos.

Esta figura consiste en unir dos ideas o hechos a primera vista inconciliables, permitiendo dimensionar el valor de cada uno de ellos o el pro26 LOPRETE, Carlos. Monasterio pio de uno en particular. El discurso de referencia es el enunciado por el Dr. Los grandes muertos dejan siempre el mensaje. Este viejo adversario despide a un amigo. Figuras ingeniosas Las figuras ingeniosas son aquellas que sirven para disimular, ocultar o velar el pensamiento, a fin de presentarlo como provecho en el discurso.

Las figuras ingeniosas pueden clasificarse en las siguiente: 4. Su finalidad es hacer notar un matiz de pensamiento en forma bella, agradable, graciosa, variada o conveniente.

Monasterio 4. Es por todo lo antes mencionado que aparece como reflejo puro de la moralidad: la verdad. Club de Elefantes. Justicia: respetar y hacer respetar los derechos. Fortaleza: vencer todo tipo de dificultad y contratiempo. Templanza: ser moderado frente a los placeres y exaltaciones de los sentidos. Monasterio 1. No todos tienen una El Orador 97 memoria privilegiada, pero es sin lugar a dudas un factor clave al momento de enfrentarse a un auditorio.

El mensaje, normalmente, transmite hechos. El oyente recibe ese contenido y su mente lo procesa. Ahora el oyente ve o cree algo nuevo. Si nos basamos en los 5 grandes principios, podremos analizar nuestras exposiciones y sacar conclusiones.

Monasterio do: el mundo mental de nuestra audiencia. Un hecho con alas se mueve y empieza a mover algo en la mente de la audiencia.

Para decirlo de otra forma: cuando nos encontramos a nosotros mismos persuadiendo a una audiencia estaremos haciendo siempre algo que es de significativa importancia para nosotros. Tener timidez oratoria no es un aspecto negativo, por el contrario, es un aspecto favorable. Hardcover, Houghton Mifflin. El Orador oratorio.

Escriba completamente y memorice las frases de cierre. Memorice el esquema tan a fondo que cuando usted cierre los ojos pueda verlo en su totalidad. Debe concentrarse en su discurso como si los oyentes no estuvieran presentes e intentar escuchar su propia voz. Trabajar bien el discurso es un recurso de significativo valor para vencer la timidez expositiva. Esto permite ganar poder personal, social y profesional.

Cada uno de ellos, orador, discurso y auditorio, conforman un todo inseparable, imposible de pensar en uno sin considerar a los otros. Existen tres principios prioritarios a saber de todo auditorio, los son: 1. Algunas de ellas pueden ser 1. La desconfianza en si mismo no ayuda en nada a la oratoria. Es mejor que la palabra se diga con naturalidad, y espontaneidad del gesto. Sinceridad: La virtud propia del orador consiste en el acuerdo perfecto entre el pensamiento y la palabra y dentro de lo posible, entre la palabra y los actos.

Conocimiento: El conocimiento profundo del tema, es decir, el dominio del tema, confiere a la palabra una fuerza expresiva que a veces se vuelve contagiosa, que procura una buena conciencia al que habla y ayuda a aumentar el aplomo. Mientras esta confianza no se logra, existe el temor de hablar, temor que se agudiza sobre todo en los instantes mismos de comenzar a hablar.

Aunque parezca que el estudio es lento, que no progresamos, no hay que darse por vencidos; el estudio de la oratoria no es cosa de un instante sino de toda la vida. Estas cualidades junto con la integridad, conocimiento y confianza en si mismo, realza la eficacia del orador y le permite comunicar sus ideas en forma clara y atractiva. Memoria: Una excelente memoria ayuda a la oratoria, pues asegura en cualquier momento un manantial de ideas, a las que se puede recurrir en un discurso.

Todos los oradores reconocen que no hay que leer nunca un discurso cuando se habla a una multitud. La lectura de un discurso quita a las palabras mucha de su fuerza vital. Tampoco convienen pronunciar discursos aprendidos de memoria.

El itinerario del pensamiento esta jalado a tal punto que el orador no puede perderse, pero al mismo tiempo hay un gran margen de espontaneidad que es lo que le da vida al discurso. La lengua hablada tiene sus propias leyes que no son las mismas de la lengua escrita.

El estilo no es algo accesorio, en el fondo es uno mismo. La vivacidad, el calor, la fuerza, el entusiasmo y el buen humor son virtudes fundamentales de la oratoria. Timbre: Es el matiz personal de la voz , constituye la originalidad de un instrumento musical y la personalidad de una voz. Hay voces bien timbradas, netas, armoniosas, casi reducidas a lo fundamental, roncas y chillonas; sin embargo usted debe hablar por la boca. No todos poseen una voz agradable, pero es posible cultivarla, extender su registro, desarrollarla, dulcificar asperezas, darle brillo y finalmente construirla a fuerza de estudio y practica constante.

Lo primero en importancia que 22 Couto Manuel. Este objetivo debe de ser claro, concreto, preciso y susceptible de un enunciado muy breve. El sentimiento lo da el creer firmemente en lo que se dice, el deseo, la necesidad de expresar lo que se sabe y lo que se vive. Humor: Es uno de los mejores ingredientes para una oratoria eficaz. El humor permite improvisar salidas airosas en momentos de apuros. Este consiste en decir con rostro serio algo jocoso o evidentemente inexacto y exagerado, es decir con palabra lo contrario de lo que realmente se quiere expresar.

Es necesario no exagerar.



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